domingo, 25 de junio de 2017

Sonetos 2.0.




El soneto es un poema formado por 14 versos endecasílabos repartidos en dos cuartetos y dos tercetos. Tiene rima consonante y su esquema métrico es ABBA, ABBA, CDC DCD (aunque los tercetos pueden variar).



Se hace muy popular en Italia desde el siglo XIII y en el siglo XIV encontramos obras maestras con esta forma, como los sonetos amorosos de Dante Alighieri (dedicados a su amada Beatrice) o, sobre todo, Petrarca, gracias a cuyo Cancionero el soneto se extiende al resto de literaturas europeas.
En España el primero en intentar adaptarlos es el Marqués de Santillana, con resultados dispares. 

El primer poeta español en conseguir absoluta brillantez en sus sonetos es Garcilaso de la Vega, como podemos ver en este ejemplo:

SONETO V
Escrito está en mi alma vuestro gesto,
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.

En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.

Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma mismo os quiero.

Cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir, y por vos muero.


SONETO XXIII
En tanto que de rosa y de azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
con clara luz la tempestad serena;

y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:

coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.


Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.

A partir de entonces, se convierte en la forma métrica más habitual en la poesía culta, tanto en el Renacimiento como en el Barroco. Por ejemplo, podemos ver este soneto de Luis de Góngora con una referencia metaliteraria al anterior de Garcilaso:

EN TANTO QUE DE ROSA Y AZUCENA
Mientras por competir con tu cabello,
oro bruñido al sol relumbra en vano;
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio bello;

mientras a cada labio, por cogello.
siguen más ojos que al clavel temprano;
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello:

goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente,

no sólo en plata o vïola troncada
se vuelva, mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.

Otro que merece la pena tener en cuenta es este soneto místico de autor desconocido:


A CRISTO CRUCIFICADO
No me mueve, mi Dios, para quererte 
el cielo que me tienes prometido, 
ni me mueve el infierno tan temido 
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte 
clavado en una cruz y escarnecido, 
muéveme ver tu cuerpo tan herido, 
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, 
que aunque no hubiera cielo, yo te amara, 
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera, 
pues aunque lo que espero no esperara, 

lo mismo que te quiero te quisiera.

Pues esta serie de adaptaciones es la parte más interesante del proyecto Un cancionero petrarquista.
Es decir, conseguir que esta estructura métrica se ajuste a nuestro lenguaje y nuestro tiempo.

Te ofrecemos algunos ejemplos a continuación:



Soneto CXXVI
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beberveneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor: quien lo probó lo sabe.
(Lope de Vega)


Monógamo, ruin, disparatado,
cicatero, ridículo, mezquino,
absurdamente absurdo, muy cansino
y encima de cornudo, apaleado.

Cuatro días de sol, veinte nublado,
Tomar, por jamón del bueno, tocino,
tener que dejar por el otro el vino,
los canutos, la sal, hasta el helado.

Y qué bonito dormir en pelotas,
uña y carne; de tu tos, el jarabe,
cursi hasta las más vomitivas cotas.

Creer que un te quiero en un wasap cabe,
mi sueldo por regalarte unas botas,
esto es amor: quien lo probó lo sabe.
(Víctor Martín Iglesias)

A TRABAJOS FORZADOS
A trabajos forzados me condena
mi corazón, del que te di la llave.
No quiero yo tormento que se acabe,
y de acero reclamo mi cadena.

Ni concibe mi mente mayor pena
que libertad sin beso que la trabe,
ni castigo concibe menos grave
que una celda de amor contigo llena.

No creo en más infierno que tu ausencia.
Paraíso sin ti, yo lo rechazo.
Que ningún juez declare mi inocencia,

porque, en este proceso a largo plazo
buscaré solamente la sentencia
a cadena perpetua de tu abrazo.
(Antonio Gala)




PUNTOS SUSPENSIVOS
Lo peor del amor, cuando termina,
son las habitaciones ventiladas,
el solo de pijamas con sordina,
la adrenalina en camas separadas.

  Lo malo del después son los despojos
que embalsaman los pájaros del sueño,
los teléfonos que hablan con los ojos,
el sístole sin diástole ni dueño.

  Lo más ingrato es encalar la casa,
remendar las virtudes veniales,
condenar a galeras los archivos.

  Lo atroz de la pasión es cuando pasa,
cuando, al punto final de los finales,
no le siguen dos puntos suspensivos
(Joaquín Sabina)

(LUIS RAMIRO)

Este curso varios alumnos y compañeros han tomado la épica decisión de ejercitarse en el arte del soneto:

Somanta sosegada.
Qué egoísta que se lleva el misterio,
hubiere sido mejor ahuciar,
di, ¿qué hizo Sísifo sino esquivar?
No retengas, no tentes cautiverio.

Agora cuestiono: ¿Acaso fenezco?
Hurtáis sin castigo, dais con certeza,
¿Por qué actúas con vileza?
Abés respiro, cuasi enloquezco.

Ambarinos, tenues, mi armazón,
manifiéstome, ¡ay! Atención, por Dios,
infinito abismo me espera, ciprés.

¿Hacia dónde marchóse mi ilusión?
Esfumóse el brío, de la hoz en pos.
¡Ay! Atención, ¿Viendo ves que no ves?
REMY MARTÍN (1º BACH-A)

Soneto al "querer subir nota con un soneto penoso"

En la vida hay muchas cosas tétricas:
algunas pueden asustarte mucho,
normalmente contra algunas lucho,
como ahora en mantener la métrica

Es difícil seguir con la técnica,
achucho y me revuelco como un trucho.
Le propicio una pata' a tu chucho
para ver que mi rima es auténtica

Siempre dices de mí y de mi estilo,
pero soy mil veces mejor que tú
y acabáis siendo solo mis pupilos.

En este soneto absurdo compilo
cosas que se me ocurren subido en bus
para después entregárselo a Víctor.
FRANCISCO CADAVAL RODRÍGUEZ


También nuestra compañera María Eugenia Suárez Casado, magnífica compañera en Creatividad Literaria, ha mostrado su calidad poética con algunos sonetos:

I: El viaje lúcido de la Tierra

Una historia contada y releída,
FUE urgente la explosión, lento el mañana

¡Oh, protosolar cero que alto abisma!
Magnífica patricia nebulosa,
broza de una explosión maravillosa
¡Oh, el segundo orado de éste cisma!

Ingrávida voltea en ella misma,
En tu nido una estrella urdió su losa,
colisionó contigo nebulosa.
Incendiada de súbito descrisma.

Emerge con la Tierra el sol gloriado,
revolotean Todos en eclipse,
columpiándose cerca al irradiado.

Se condensan en signo sentenciado,
en la trazada exacta de su elipse.
Madre Tierra eligió el lugar ansiado.

Y SI FUERA CIERTO QUE TODO ES UN CÍRCULO
Si el vapor no fuera agua de fontana
NI germen la pepita allí esparcida.
 Sólido,  gaseoso, éter, agua.
Agua, mares, océanos, alientos,
mágico fue el origen  de los vientos,
enigmático todo lo que fragua.

Materia de la vida floreciente,
son péptido, carbono aminoácido,
rociados por el todo enrojecido,
sembrada todavía está durmiente.
Asoma la Monera, la anaerobia,
¡Oh son de veinticuatro horas las cuatro!
rocas que contenéis toda su fobia.

Vida dobla en la charca del teatro,
sabia la fotosíntesis no oprobia,
¡Oh son cinco del reloj veinticuatro!




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